Llegada a la isla de Korthos

Hace cuatro años acabó la Última Guerra. Pero si la guerra duró cien años todo apunta a que Khorvaire, nuestro continente, el continente castigado por la guerra, tardará otros cien años en volver a la normalidad... si es que alguna vez lo hace. Estos cuatro años has estado vagando por la tierras de tus antiguos enemigos después de que tu patria, Cyre, desapareciera por completo en aquel funesto día dejando sólo unas tierras yermas y llenas de muerte. Ahora que ya no tienes patria nada te ata tampoco al continente de Khorvaire, así que has decidido viajar con tus compañeros al continente de Xen'drik, un lugar todavía por explorar salvo la península norte, la más cercana a Khorvaire. En ella está la gran urbe Stormreach, único bastión que puede considerarse plenamente civilizado. Ahora que el mundo podría lanzarse a un nuevo cambio de era si se llegara a desatar de nuevo la guerra quieres saber qué le pasó a la anterior civilización, la de los gigantes, para desaparecer tras haber dominado la magia mucho más allá de lo que ahora se conoce.

Ayer comprasteis vuestros pasajes para este aero-barco y hoy mismo llegaréis a Stormreach. Hace un rato, al divisar tierra, creíste que el viaje casi había concluido, pero en realidad era sólo una isla de los Dientes de Shargon, el archipiélago frente a la costa norte de Xen'drik. Eso te trae a la memoria que la casa Cannith, los fabricantes de portentos mágicos, se supone que habían tenido una base por allí. ¿Sería cierto el rumor de que un experimento fallido de dicha casa provocó el desastre que borró de la faz de la tierra a Cyre? Pero si había sido una explosión mágica, o algo similar, cómo podía haber afectado sólo a Cyre y exactamente a todo Cyre. O quizá fuera un castigo divino. O simplemente el mundo no había aguantado la cantidad de magia utilizada en las batallas.

Sintiendo el viento en la cara y divisando desde esa altura la inmensidad del océano, tu mente te llevó de nuevo a Argonnessen, el supuesto continente de los dragones... si es que de verdad existen. Argonnessen podría haber sido otro buen destino, cuna de una civilización todavía más antigua que la de los gigantes: la de los dragones. Pero el hecho de que nadie que haya viajado a Argonnessen haya vuelto jamás, según se dice, fue una buena razón para descartar Argonnessen en favor de Xen'drik. Aparte de que no existen pasajes a Argonnessen, claro. Te preguntas si de verdad volarán los dragones en aquel lugar, y si serán tan magníficos y tan aterradores como dicen las leyendas.

Un dragón. Las palabras salen del capitán, el semielfo de la casa Lyrandar. ¿Tendrá poder para leer la mente aparte de controlar tormentas? ¿Y por qué apunta hacia algún lugar en el cielo? Sigues con la mirada la dirección en la que apunta el semielfo... y allí está. Un inmenso dragón casi tan blanco como las nubes se dirige a vuestra embarcación. Gritos, carreras. El resto es un revoltijo de recuerdos en tu mente, que se mantuvo concentrada en la portentosa imagen del dragón en vuelo.

El siguiente recuerdo es el de los restos del barco en una playa, y la desesperación de buscar a tus compañeros. Afortunadamente, el instinto de supervivencia ya probado en tantas aventuras juntos volvió a funcionar. No tuvo la misma suerte buena parte del pasaje y de la tripulación, incluido el capitán. Luego os fuisteis enterando, ya en el pequeño pueblo pesquero en el que os encontráis ahora, de la situación en la isla. El mal tiempo y el frío no son normales en aquel lugar tan al sur. Ahora la isla se encuentra incomunicada, y cualquier intento de contacto con el exterior es cortado de raíz por el dragón blanco que de vez en cuando se ve sobrevolando la isla. Los sahuagin han tomado buena parte de la isla, y el puñado de pescadores no dan la impresión de que vayan a poder hacer frente a la invasión sahuagin y mucho menos al dragón. Si queréis salir de esa islucha tendréis que conseguirlo por vuestros propios medios, terminando con el asedio a Korthos.

Tras indagar un poco y preguntar en la taberna, parece que la pista a seguir es la de la familia Heyton, que aparecen omnipresentes en todas las historias de los pescadores. Tras invitar a unas rondas, os han dado un nombre: Kaja Bauerdatter quizá os pueda dar más información.